sábado, 2 de enero de 2010

Un ignorante de los muchos


Es aquí donde elegir estar yo. Es lo que siempre pienso, y me lo repito en mi cuero interno siempre.
-Dime tu nombre -me dijo aquel bigotudo. Casi inmóvil me miró con una gran esperanza en sus ojos. Estaba sentado en su sillón... mirando; esperando.
-Pedro -contesté inseguro, sin saber si habia preguntado mi nombre. Era lo más lógico. -Pedro Giordano.
-Edad. Colegio.
-Tengo 16 -le dije levantando una ceja. Raro que no me pregunte la fecha de nacimiento pensé . -Pablo Sexto.
Aquel hombre, que no me empezaba a caer bien, se movió y agitó su lapiz con el que estaba escribiendo en una planilla ( la cual no logré verla en mis intentos fallidos).
-¿Sos Feliz? -me preguntó con mucho mas ímpetu de lo necesario.
Y un escalofrío me recorrió la columna vertebral. ¿ A que se refería? ¿Era en el sentido figurado de la palabra?
-Si -contesté, sin tanta seguridad.
El viejo no se percató; capas que no escuchó que le contesté. Pero descarté la posibilidad; estaba tan incómodo con aquella pregunta que la contesté rápido y fuerte. Bien fuerte.
Aquel señor me seguía mirando ( esta vez si inmóvil). Puede ser que no haya dicho lo que quería escuchar
-No -le dije. Más inseguro aún.
Pero tampoco se movió. Se quedó ahí como quien quiere la cosa. Sus labios se movieron; se abrieron como para emitir un sonido. Pero se volvieron a cerrar...inconsientemente. ¿ Estaba esperando algo?
-¿A qué se refiere con esa pregunta, señor? Con eso de feliz... -dije, con aspecto lleno de curiosidad.
Una sonrisa, una gran sonrisa, mas escalofriante que él mismo, se dibujó en su cara. ¡Acerté!


Pero cuando la seción terminó, y otro pasiente me reemplazó, me puse a pensar. Salí de aquel lugar saludando con la mano. En la calle, hacia más frío de lo que esperaba. Me puse aquella bufanda que mi viejo me regalaba en aquellos días felices, juntos con mi mamá. Aquel señor me dijo que si buscaba la palabra felicidad en un diccionario ordinario, aparecería una definición. No necesitaba un diccionario para saberlo... para sentirlo.
La felicidad es... todo... ¿no?
La felicidad es aquello que nos hace feliz. Es tan obvio pero lo que encierra la frase es tan complicado; tan complejo.
Me rendí; no sabía nada; no tenía ni idea, ni un remoto acercamiento de la palabra en sí.
Es completamente ignorante decir soy feliz , sin saber lo que eso implica y lo que significa.
Bueno... aquí, entre estas palabras que pocos leerán, me declaro completamente ignorante.

1 comentario:

  1. muuuy buenooo peee, muy profunads las palabraas y esta muy bueno para pensaar...

    Guido

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